¿Por qué la gente es impuntual?
- bombapetite
- 19 sept 2016
- 2 Min. de lectura

En este mundo existen dos tipos de personas: las puntuales y las impuntuales. No sé a qué grupo pertenecerás tú que estás leyendo esto, pero lo cierto es que la gran mayoría de personas nunca llegan a la hora. Antes de nada, te invito a que hagas una reflexión sobre cuánto haces esperar a las personas de tu alrededor. A partir de ahí, ya puedes enfocar este artículo de una manera…o de otra.
Y la gran pregunta, hablando en términos generales, es…¿cómo la gente puede llegar tarde siempre a todos sitios? ¿A caso empiezan a prepararse 10 minutos antes de la hora propuesta y salen de su casa a la misma hora a la que se ha quedado? Para eso sí que son puntuales, entonces. Si la hora de la quedada es a las 18:30h, la hora de salida de casa es a las 18:30h. Vaya puntería. Ni adrede… Y claro, luego llegan 30 minutos tarde y vienen las excusas: “Mi hermano estaba duchándose y tarda lo suyo”, “Estaba en una comida familiar y no pude llegar antes”, “Estaba cuidando de mi sobrino”, etc. ¡Pues habérmelo dicho antes y así no estoy perdiendo MI tiempo esperándote!
Porque esa es otra… el tiempo de espera es horrible. Parece que el hobby de la gente puntual es esperar, pero no. Es desesperante sentir que pudiendo estar haciendo otras cosas estás esperando a que esa persona llegue. Una pérdida de tiempo absoluta. No entiendo cómo la gente tiene tanta paciencia y se siente tan bien consigo mismo cuando llega tarde. Si solo fuera una vez, de acuerdo, pero la gente que es impuntual, es así por naturaleza. No ocurre una o dos veces, ocurre siempre. No son capaces de llegar a la hora nunca y no se dan cuenta de que eso es un gran problema.
Sin embargo, una de las cosas que más rabia da es hacer como si nada hubiera pasado cuando llegan, tras 30 minutos esperándoles. Y deja que llegue el día en el que llegues tarde 10 minutos por una causa mayor para que veas cómo esas personas llegan casualmente puntuales y se empiezan a quejar. Parece algo inaudito, pero ocurre siempre.
La puntualidad dice mucho de una persona, más de lo que creemos. Y es una cualidad importantísima para todos los ámbitos de la vida. Desde una simple quedada con amigos hasta una reunión trascendente en el trabajo. Por eso animamos desde aquí a hacer un esfuerzo a la gente impuntual. Sean un poco empáticos y pónganse en el lugar del que te está esperando desde hace media hora. Alguien sentado en un banco viendo como la vida pasa mientras tú estabas durmiendo o dándote un baño con sales minerales y velas. La impuntualidad diaria es una falta de respeto, así que reflexiona sobre ello si perteneces al “lado oscuro”.
En definitiva, la puntualidad no solo es educación, sino también cultura, elegancia y respeto. Aprendamos a ser puntuales siempre pensando en el que nos espera. ¡¡¡No tengamos la cara tan dura señores!!!
Con amor y a la hora,
BombApetite
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